POTAJE CON ALBONDIGAS DE BACALAO

 En época de Cuaresma los platos de bacalao ganan mayor importancia.

Para este plato he utilizado una bacalá salada.

Hay que tener previsión con unos días de antelación si vamos a preparar este potaje ya que necesitamos dos o tres días para desalar bien el bacalao y un dia para hidratar los garbanzos.

Cortamos el bacalao en trozos, enjuagamos con agua bajo el grifo y lo ponemos en un taper cubierto bien de agua y al frigorífico, le haremos tres cambios de agua al día, cada 8 horas le cambiamos el agua, tapamos y al frigo. A los 2 o 3 días, cuando nos guste el punto de sal que queramos que tenga, escurrimos bien y lo tenemos listo para utilizar en el potaje.

Quitamos la piel, espinas y raspas que tenga, y con la miga de bacalao desalado haremos las albóndigas.

Con la piel y espina del bacalao enriquecernos el caldo dándole más sabor.

No pondremos sal hasta el final si lo necesita, pues el bacalao aporta.

Este guiso tiene un sabor más tradicional gracias a los productos utilizados como los tomates secos, pimientos rojos secos y pimientos verdes asados secos, verduras que se secan en verano, cuando estan en temporada, para consumirlas en cualquier época del año, como antiguamente lo hacían nuestras abuelas.

Con estos consejos vais a preparar para esta Semana Santa  un guiso tradicional de lo mas sabroso.

Si lo preparais contarmelo para poner el enlace, o mandarme una foto del plato terminado para poneros aquí.

Con tres albóndigas por plato va estupendo ya que son grandes.

El caldo esta riquísimo y las albóndigas de lo más sabrosas

Bacalá salada y algunos ingredientes más 

  Pimiento rojo seco, tomate seco, pimientos verdes asados secos, cabeza de ajos, laurel

Ingredientes

1 bacalá en salazón 

1/2 kilo de garbanzos secos
1 cabeza de ajos entera

1 hoja de laurel
1 zanahoria grande
1 tomate seco 
1 pimiento rojo seco 
1 patata mediana-grande                                                                             2 pimientos verdes secos asados 

agua
aceite de oliva virgen extra

para las albondigas
Las migas del bacalao desalado
2 ó 3 dientes de ajo
1 huevo o 2 si son pequeños
perejil fresco
una molla de pan mojada en leche
harina de trigo para rebozar
aceite de oliva para freir las albóndigas 

Elaboración 

La noche anterior que vayamos a preparar el potaje ponemos los garbanzos en agua.
Tienen que quedar cubiertos por completo de agua. Los dejamos unas 10 o 12 horas en remojo.

Al día siguiente ponemos una olla amplia al fuego y le echamos agua, la zanahoria en trozos, una cabeza de ajos entera, laurel, el tomate seco, el pimiento rojo seco. Dejamos hervir y agregamos los garbanzos bien escurridos y una cucharada de aceite de oliva.

Deben estar bien cubiertos de agua.

Cocinamos unos 45 ó 55 minutos hasta que los garbanzos estén cocidos. Si necesita mas tiempo los dejamos cocer. Depende del garbanzo, pero una hora o algo más.

A media cocción sacamos un poco de caldo a un cazo, como medio litro o un poco más, y en él cocinamos la piel y espina del bacalao. Hervimos hasta que el caldo tome sabor, lo colamos y volvemos a echarlo en el guiso. Con esto le aportaremos un rico sabor al caldo,  podemos prescindir de ello, pero a mi me gusta mucho más.

Cuando veamos que le faltan unos 10 minutos para terminar de hacer los garbanzos, a los 40 minutos más o menos, echamos una patata troceada. Ponemos los pimientos verdes secos asados enteros. Seguimos cocinando.

Mientras se hace el guiso preparamos las albóndigas.
Picamos con la batidora el bacalao desmigado o lo picamos pequeño a cuchillo, echamos en un bol y le ponemos el huevo, el pan remojado en leche y escurrido, el ajo y perejil muy picaditos.

Mezclamos todo bien y le damos forma a las albóndigas. Éstas son grandes y alargadas. No deben quedar muy espesas y duras, así estarán más sabrosas.
Pasamos por harina las albóndigas y las freimos en aceite de oliva caliente.
Sacamos y ponemos  a escurrir sobre papel absorbente. Reservamos.

Si están ya tiernos los garbanzos vamos a espesar el caldo.
Sacamos de la olla la cabeza de ajos y no la utilizamos.
En el vaso de la batidora ponemos la zanahoria y el tomate seco y se tritura bien. Podemos triturar también el pimiento rojo seco si se quiere, yo lo he dejado entero en el guiso. Echamos lo triturado en la olla con los garbanzos. 
Añadimos a la olla las albóndigas que tenemos reservadas y cocinamos unos cinco  o diez minutos más. Rectificamos de sal si hiciera falta, al gusto.

Dejamos reposar unos minutos y listo para degustar.

Al día siguiente está si cabe más rico.