PATATAS APAÑÁS

La receta que os pongo hoy es otra de las recetas heredadas de mi "madre". "Patatas apañas".
Unas patatas con un sabor delicioso, gustosas y muy tiernas,
aún recuerdo cuando las hacía y en casa quedaba ese aroma tan particular al cocinarlas.
Cuando las hagais comprendereis lo que quiero decir.
En honor a ella las he elaborado, aunque tengo
que decir que como a ella no le salen a nadie.
Y es que cocinaba con mucha paciencia y mucho amor.
          "Toda ella era ternura"

Ingredientes

5 ó 6 patatas medianas
6 dientes de ajo, o más según gustos
1 vaso de vino blanco
colorante o azafrán
aceite de oliva Castillo de Tabernas
pimienta molida
sal
un poco de agua
2 hojas de laurel

Elaboración

Ponemos una sartén con aceite abundante a calentar.
Pelamos las patatas y las cortamos a lo largo en gajos grandes.
Freimos las patatas en la sartén cuando el aceite esté bien caliente, para que se hagan las patatas por fuera y por dentro queden duras.
Cuando tengamos las patatas hechas, las sacamos de la sartén y retiramos casi todo el aceite, dejamos como dos cucharadas.
En ese aceite freímos a fuego suave  los dientes de ajo, sin pelar y cortados en dos o con un corte vertical sin romperlos totalmente.
Cuando estén un poco hechos los ajos agregamos las patatas. Salpimentamos al gusto.
En un mortero machacamos un diente de ajo con un poco de sal, añadimos el vino, un poquito
de agua  y el colorante,  mezclamos todo bien.

Esta picada se la echamos a las patatas, envolvemos bien y le incorporamos el  laurel.
Cocinamos a fuego suave, hasta que evapore el alcohol y las patatas queden tiernas.
No dejarlas mucho tiempo pues las patatas se rompen.
Apartarlas del fuego y dejar reposar unos minutos, para otro día están buenísimas también.

 
Deliciosas, ya os lo digo yo,
las podemos comer tal cual o freír unos trozos de pollo, conejo o choto y añadirlos a la sartén en el momento que hayamos frito los dientes de ajo, junto a las patatas.

Estas patatas podemos prepararlas para esos días que quedamos con amigos para ir al campo.

Un buen pan casero, un vasito de vino del país...y en buena compañía,
que más se puede pedir.
          !!!Buen provecho!!!