GURULLOS ALMERIENSES CON COSTILLA Y POLLO

Que las comidas caseras me encantan, creo que ya lo sabéis...
por lo buenas que están, porque no son tan difíciles de preparar, porque siempre las he comido y porque no quiero que se pierdan y queden en el olvido, recetas que han cocinado nuestras madres y que ellas aprendieron de nuestras abuelas, y como a mí me gusta contribuir a ello, mi empeño está en seguir haciéndolas, y sobretodo disfrutar comiéndolas.

Los gurullos, y aunque el nombre no sea de lo más bonito,  es un delicioso plato con gran sabor, tradicional de la gastronomía Almeriense.
En la parte norte de la provincia, o sea en la sierra, los más tradicionales son los gurullos con conejo o perdiz y de jibia o de pulpo en la zona de costa .
Como todos los platos populares hay muchas versiones, cada casa o familia adapta sus platos en función de los gustos familiares.
Podemos prepararlos con garbanzos o más bien tipo como una cazuela de fideos, hoy he optado por esta versión y sinceramente resultan deliciosos, los elaborados con garbanzos los suele preparar mi suegra que le salen de restaurante. que digo yo... mucho mejor.

       
          No os apetece un plato con tan solo ver como quedan.... ?

Para quien no conozca este plato, los gurullos son una especie de pasta, de grano que bien puede ser alargado o corto, hecho a base de agua, harina y sal, en algunos casos se les suele poner unas gotitas de aceite de oliva e incluso un poco de colorante para darle algo de color.

Se elaboran a mano a partir de un vaso de agua fría, una cucharadita de sal y harina poco a poco la que admita, si... ya se que para los que no han hecho nunca esta pasta, sin medidas exactas no se sabe bien como debe quedar, pero una masa con la que podamos manejar bien con las manos sin que se nos pegue.
Una vez que la masa ha reposado, una media hora, se van formando tiras largas, se hace como una especie de cuerda con las dos manos.Vamos, como si estuviéramos jugando con plastilina.
Se van pellizcando luego con los dedos índice y pulgar para que salgan unas piezas en forma de grano, tipo arroz, pero un poco más alargado.
Se extienden sobre un paño de cocina al que le habremos espolvoreado un poco de harina y se dejan secar, que eso sería varios días, como los que vemos en las fotos, o también los podemos dejar una hora reposar solamente y echarlo al caldo, los tiempo de cocción varían un poquito, dependiendo la pasta esté más seca o más fresca.
Todo un arte hay que tener, os lo digo yo, pero es que los caseros nada tienen que ver con los que se comercializan, que no en todos los sitios se encuentran.
Hoy día, por suerte, hay mujeres que aún los hacen artesanalmente, estos que veis en la foto los hicieron en un pueblecito pegado a la costa y que mi suegra los compro este verano y ha compartido conmigo, estos regalos siempre me encantan.
Tengo la intención de aprender hacerlos, en una ocasión me puse con ellos pero no quedaron tan perfectos como los que veis en la foto, y es que no son tan fáciles como parecen.

En breve os pondré un reportaje de como los prepara una señora vecina de mi suegra, que estoy empeñada en verlos hacer en persona y así aprenderlos realmente de primera mano.

Aprovechando que el tiempo ya ha cambiado y que apetece comer platos de cuchara vamos a preparar unos gurullos, que con conejo salen deliciosos y sería lo suyo, pero con pollo y costilla están también realmente riquísimos.

Ingredientes

pasta de gurullos, dos puñados por persona
medio pollo limpio
dos o tres trozos de costilla por persona, mejor carnosa
1 pimiento rojo seco
3 dientes de ajo para la picada mas otros 2 dientes de ajo para el sofrito
1 tomate seco
1 pimientos verde tipo italiano, si es pequeño ponemos dos
1 cebolla
2 tomates maduros
1 pimiento rojo tipo morrón, si es muy grande ponemos la mitad
aceite de oliva
sal
pimienta molida
una cucharada de pimentón dulce
azafrán
agua

Elaboración


Troceamos la cebolla, los dos dientes de ajo y los pimientos rojo y verdes. Reservamos.
Limpiamos bien la carne y la cortamos en trozos medianos.
En una sarten ponemos un poco de aceite de oliva y sofreímos el pimiento rojo seco y dos dientes de ajo.

Vuelta y vuelta, cuidando de no quemarlo ya que se hace rápidamente.
Sacamos del aceite y lo troceamos, quitandole las brinzas y el tallo al pimiento, lo ponemos dentro del vaso de la batidora, o en el mortero y agregamos los dos dientes de ajo pochados y uno crudo, un poco de sal y unas hebras de azafrán.
Yo le pongo un poquito de agua para poder picarlo bien, y si no os gustan los trozos de  pimiento seco en el caldo, podéis colarlo antes de incorporarlo a la cazuela, yo así lo hice.
En ese mismo aceite de sofreír el pimiento seco pero ya echado en una cazuela amplia, freímos los trozos de carne.
Le damos unas vueltas en el aceite y agregamos la cebolla troceada y los dientes de ajo, un poco de sal y de pimienta.
Una vez que han tomado color echamos los pimientos troceados que teníamos reservados y el tomate seco.
Agregamos los tomates sin piel troceados o rayados.
Una vez tengamos el sofrito hecho, añadimos una cucharada de pimentón dulce, removemos e incorporamos el majado que tenemos,
Cubrimos bien con agua y dejamos cocer hasta que la carne esté hecha,
Tenemos que tener suficiente caldo ya que los gurullos espesan y necesitan caldo para su cocción.
Por último echamos a la cazuela la pasta de gurullos  y dejamos cocer, suelen tardar entre unos 15 ó 20 minutos.

Se le puede añadir, a la vez que los gurullos, un pimiento verde asado que le aporta un sabor extraordinario al guiso, puede ser de los verdes secis asados también.

En caso de necesitar agua durante la cocción de la pasta se la añadimos caliente.
Lo dejáis de caldosos a vuestro gusto, hay a quien les gusta mas o menos espesos.
Apartamos del fuego y dejamos reposar un par de minutos.
Listos para degustar un buen plato de gurullos de nuestra tierra, estáis invitados.!!!