Otra exquisitez de nuestra cocina tradicional... Berenjenas fritas.
Hay mil versiones y elaboraciones que se preparan con esta hortaliza, bueno no tantas, pero todas riquísimas, que a diferencia de otras ésta no se come cruda...
Asadas, fritas, rellenas, salteadas o gratinadas.
Un entrante o plato perfecto y riquísimo para comer en cualquier momento.
La berenjena es originaria de la India. Los árabes, de quien conservamos la receta de berenjenas fritas con miel, la introdujeron en Europa por el norte de África.
Su cultivo llegó a otros países mediterráneos desde España, incluso en América se conoce gracias a nuestro país.
Aunque podemos encontrarla durante todo el año, las berenjenas están en su mejor esplendor en los meses de verano.
Para esta receta se recomienda cortar y dejar la berenjena rociada con sal una media hora antes de cocinarla, así perderá los jugos amargos.
A la hora de comprarla se debe escoger la de piel brillante y textura firme.
Siendo la mas conocida la de color morado, tambien está la rayada o la blanca, de sabor más suave.
En esta ocasión la utilizada es la morada.
Que con el rebozado que lleva hacen de ella un bocado exquisito.
Como mejor es tan son recién fritas. Aunque frías estan también sabrosas.
El interior queda muy jugoso.
Ingredientes
2 berenjenas medianas
Sal
1 huevo
Leche
Harina
1 cucharada de levadura royal
Aceite de oliva para freír
Elaboración
Cortamos las berenjenas en rodajas no demasiadas finas. De un centímetro.
Las ponemos en un escurridor de verduras, por tandas y les echamos un poco de sal por encima a cada tanda.
Las dejamos una media hora. Con eso conseguimos que suelten un poco de agua y amargor.
Veremos como aparecen unas gotitas de agua por encima. Es normal.
Hacemos la tempura, una especie de papilla.
Batimos el huevo, le ponemos un poco de sal.
Echamos un poco de leche y mezclamos todo bien.
Incorporamos poco a poco la harina con la levadura hasta que nos quede una mezcla como un papilla espesita, que no sea muy líquida, pero tampoco muy espesa, como unas natillas.
Ponemos una sartén al fuego con aceite de oliva, como dos dedos.
Una vez que este bien caliente empezamos a freír las berenjenas. No echamos muchas a la vez, freimos por tandas..
Vamos rebozando cada rodaja de berenjena en la mezcla preparada y freímos en el aceite caliente.
Le damos la vuelta para que se fría por el otro lado.
Sacamos las berenjenas de la sartén colocandolas en un plato que tendremos con papel absorbente para que absoba el exceso de aceite.
Lo ideal es no ponerlas unas encima de otras para que el rebozado se mantenga crujiente.
Ponemos las berenjenas fritas en una fuente de servir y ya las tenemos listas para degustar.
Hay mil versiones y elaboraciones que se preparan con esta hortaliza, bueno no tantas, pero todas riquísimas, que a diferencia de otras ésta no se come cruda...
Asadas, fritas, rellenas, salteadas o gratinadas.
Un entrante o plato perfecto y riquísimo para comer en cualquier momento.
La berenjena es originaria de la India. Los árabes, de quien conservamos la receta de berenjenas fritas con miel, la introdujeron en Europa por el norte de África.
Su cultivo llegó a otros países mediterráneos desde España, incluso en América se conoce gracias a nuestro país.
Aunque podemos encontrarla durante todo el año, las berenjenas están en su mejor esplendor en los meses de verano.
Para esta receta se recomienda cortar y dejar la berenjena rociada con sal una media hora antes de cocinarla, así perderá los jugos amargos.
A la hora de comprarla se debe escoger la de piel brillante y textura firme.
Siendo la mas conocida la de color morado, tambien está la rayada o la blanca, de sabor más suave.
En esta ocasión la utilizada es la morada.
Que con el rebozado que lleva hacen de ella un bocado exquisito.
Como mejor es tan son recién fritas. Aunque frías estan también sabrosas.
El interior queda muy jugoso.
Ingredientes
2 berenjenas medianas
Sal
1 huevo
Leche
Harina
1 cucharada de levadura royal
Aceite de oliva para freír
Elaboración
Cortamos las berenjenas en rodajas no demasiadas finas. De un centímetro.
Las ponemos en un escurridor de verduras, por tandas y les echamos un poco de sal por encima a cada tanda.
Las dejamos una media hora. Con eso conseguimos que suelten un poco de agua y amargor.
Veremos como aparecen unas gotitas de agua por encima. Es normal.
Hacemos la tempura, una especie de papilla.
Batimos el huevo, le ponemos un poco de sal.
Echamos un poco de leche y mezclamos todo bien.
Incorporamos poco a poco la harina con la levadura hasta que nos quede una mezcla como un papilla espesita, que no sea muy líquida, pero tampoco muy espesa, como unas natillas.
Ponemos una sartén al fuego con aceite de oliva, como dos dedos.
Una vez que este bien caliente empezamos a freír las berenjenas. No echamos muchas a la vez, freimos por tandas..
Vamos rebozando cada rodaja de berenjena en la mezcla preparada y freímos en el aceite caliente.
Le damos la vuelta para que se fría por el otro lado.
Sacamos las berenjenas de la sartén colocandolas en un plato que tendremos con papel absorbente para que absoba el exceso de aceite.
Lo ideal es no ponerlas unas encima de otras para que el rebozado se mantenga crujiente.
Ponemos las berenjenas fritas en una fuente de servir y ya las tenemos listas para degustar.
Tu receta de hoy es de las que más me gusta, donde haya berenjenas fritas las pido y me pongo fina con ellas. No me gusta hacerlas con piel, yo se la quito, pero en todas partes las ponen con ella. El rebozado se puede elaborar de distintas formas, yo he probado muchos, quizás al final me quedo con una tempura sencilla con harina de trigo, de maiz y agua muy fria, es el que más crujiente queda, aunque hay que comerlas recién hechas, luego una gotita de miel y a disfrutar. A ti te han quedado divinas, como que pienso hacerlas hoy, me ha entrado el gusanillo.
ResponderEliminarUn beso.
Rebozadas y fritas me encantan, aunque las hago poco por aquello de evitar fritos y calorías, pero cuando las hago desaparecen del plato, salivando estoy viendo las fotos.
ResponderEliminarBesos.
Puri ni te imaginas cómo disfrutaría con un plato de tus berenjenas, me encantan, pero no las como nunca, siempre estoy con el miedo al colesterol y triglicéridos, así que me privo de estas cosas que me pierden, aunque no te digo que si las hago para mis padre no las pruebe, es inevitable comerse una, y más cuando son las que cultiva mi padre, sobre todo las blancas, son finas y sedosas, no necesitan ponerlas en sal ni remojarlas, recién cosechadas no tienen semillas, cortarlas y van directamente al rebozado y a freír.
ResponderEliminarBesos
Que aperitivo tan rico..........la verdad que me encanta¡¡¡
ResponderEliminarBesitos¡¡
A mi hija le encantan así Puri, se las suelo hacer mucho porque además es la única manera, bueno y en el pisto, donde se las come.
ResponderEliminarTE han quedado con una pinta estupenda.
Besos. Lola
Qué lastima da cumplir años y renunciar a tantas cosas por la salud. El tema de los fritos me lleva por la calle de la amargura, con lo que me encantan y lo mal que me sientan,jajaja. Me encantan las berenjenas fritas, también los calabacines de la misma manera,y es que un buen frito no se puede comparar con lo mismo hecho en el horno, ni de casualidad. Esas berenjenas tienen pintaza!!
ResponderEliminarUn besazo
Son un bocado extraordinario que hago bien a menudo . Nos encantan y estas que nos muestras se ven de lujo Puri.
ResponderEliminarFeliz fin de semana. Bss.
Puri, son puro vicio estas berenjenas, cno te conformasd con una sola, otra y otra y más.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me encantan, me dejas con ganas de hacerlas¡¡¡¡ besos
ResponderEliminarMe encantan las berenjenas !1 Las hago en casa de diferenes maneras, pero fritas, son mi perdición!!Quedan buenísimas!!Bs.
ResponderEliminarPuri, en casa las berenjenas nos chiflan, las comemos de todas las formas que se nos ocurren y así, rebozadas y fritas, vuelan de la mesa, quedan tan tan tan ricas!!
ResponderEliminarAbrazos
Las hago muy de tarde en tarde y la mayoría de las veces les pongo su hilito de miel de caña, que con la de abejas no van muy bien. Será mi costumbre. Precisamente ayer compré un par pensando en hacerlas de alguna forma, no caí en freírlas, a mi marido le encantan. Me creo que le daré el gusto por una vez y sin que sirva de precedente, jajaja... No pienses eso Puri, todo le gusta, todo me lo celebra, no tengo más que verlo comer y me lo llego a creer. Te hace feliz verlo feliz como perdiz... Gracias. Un besazo. Me voy riendo.
ResponderEliminarHola Puri, qué ricas, en mi casa el dia que las hago solo pngo ensalada para acompañar, se comen como pipasa. Un beso!!
ResponderEliminarEsto es un clásico que nunca falla. Me gustan todas las verduras en general, pero la berenjena me gusta en especial. Se pueden hacer muchos platos diferentes, aunque he de confesar que las típicas berenjenas rebzadas con miel....no me gustan! Tengo que pedir la miel a parte, no me gusta la mezcla. Que le vamos a hacer! Bss
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