Este plato es todo un clásico de nuestra gastronomía.
Y sobretodo en tiempo de Cuaresma... que con él empezamos el variado y delicioso repertorio gastronómico para estos días.
Desde siempre lo comimos en casa, mi madre preparaba una sartén grandísima, claro eramos 6 en casa,
y 4 de ellos en época de crecimiento y como se decía,
" os coméis a pavías" que no se por lo que se decía eso, por cierto... no sé si pavías era algo o alguien, nunca he preguntado por tal expresión...
imagino que todo lo que hacía lo comíamos con unas ganas... y es que todo se contagia... si ves comer te dan ganas y si no... pues nada.
Aunque a mí por aquel entonces no me gustaban muchas cosas, como se suele decir era un poquillo delicailla, o tiquismiquis, como cambia la cosa... que ya os he dicho en mas de una ocasión que ahora hasta los asfixiados me gustan, siiii esos dulces de navidad que estrujamos y que a veces si no tenemos un vaso de agua cerca podemos quedarnos sin respiración, o asfixiados....jjjj.
Recuerdo con unos 9 años, cuando a casa se vino a vivir por un año una prima mía, Mercedes, igual que mi madre, de mi misma edad y ella me daba de comer a mí, aunque no me podían esforzar y si a las cuatro cucharada me insistían, podía salir una olla entera... madre mía que estomago tenía.
Recuerdo muchísimo ese año, mi madre nos hacía la misma ropa a una de mis hermanas, a mi prima y a mí, parecíamos trillizas... pero la más delicada era yo... que ni engañandome quería comer.
No se si es mejor haber cambiado o quedarme como estaba...jjjj...
Bueno, pues eso que el bacalao con tomate siempre lo recuerdo con cariño, mi abuela lo hacía, mi madre, mi tía y este que os traigo hoy lo ha hecho mi suegra... menuda suerte tenemos de poder degustar estos deliciosos platos hechos por manos de buen hacer.
La receta es sencilla, ahora... hay que ponerle el punto que le pone cada cual para que salga deliciosa...
ésta me supo a gloria y es que después de llegar de trabajar y encontrarme un plato tan rico...
en una alegría inmensa.
Ella nos lo acompañó con arroz cocido pero vosotros podéis poner lo que más os guste.
Y pan por supuesto, que no falte... que esa salsa está... pa chuparse los dedos.!!! y no es cuestión de dejarla.
En esta ocasión está elaborado con tomate natural, bien maduro y con sabor... y eso se nota.
Ingredientes
lomos de bacalao en trozos, un par de ellos por persona
2 cebollas
2 dientes de ajo
1 ó 2 hojas de laurel
Tomates maduros o 1 bote de tomate frito de buena calidad
aceite de oliva virgen extra
sal
pimienta molida
orégano
Arroz para acompañar
Elaboración
El bacalao lo desalamos si lo habéis comprado en salazón.
En un bol amplio ponemos el bacalao (bien enjuagado para que pierda un poco de la sal) en agua, tiene que quedar bien cubierto, y metemos en el frigorífico.
Si el bacalao es grande, tenéis que tener los trozos unas 48 horas y les hacéis tres cambio de agua cada 24 horas.
Cada 8 horas les tiráis el agua, enjuagáis el bacalao y volvéis a ponerlo en el bol cubierto totalmente de agua y después meterlo al frigorífico.
Una vez desalado el bacalao ya lo tenemos preparado para utilizarlo en cualquier receta.
Lavamos bien y dejamos escurrir.
Sazonamos un poco el pescado y lo enharinamos ligeramente. Sacudimos el pescado para quitar el exceso de harina.
Ponemos al fuego una sartén mediana con una fondo de aceite de oliva y lo calentamos.
Freímos en ese aceite el pescado enharinado por los dos lados, vuelta y vuelta, muy poco. Se saca y se reserva.
En esa misma sartén sofreímos a fuego lento la cebolla cortada y los ajos laminados. Si vemos que tiene mucho aceite le quitamos, pero dejamos los restos que ha soltado al freír el bacalao, eso le dará más sabor al plato.
A continuación y cuando veamos que la cebolla está bien hecha incorporamos el tomate frito y las hojas de laurel. Cocinamos unos 10 minutos a fuego suave.
Si utilizamos tomate natural sofreimos hasta que veamos que el tomate esta hecho. Unos 20 minutos.
Agregamos el bacalao a la sartén y ponemos un poco de pimienta y una pizca de orégano, removemos todo bien y con cuidado para no romper el pescado y cocinamos unos 10 minutos más.
Se puede acompañar con patatas fritas o panaderas o arroz cocido.
Y sobretodo en tiempo de Cuaresma... que con él empezamos el variado y delicioso repertorio gastronómico para estos días.
Desde siempre lo comimos en casa, mi madre preparaba una sartén grandísima, claro eramos 6 en casa,
y 4 de ellos en época de crecimiento y como se decía,
" os coméis a pavías" que no se por lo que se decía eso, por cierto... no sé si pavías era algo o alguien, nunca he preguntado por tal expresión...
imagino que todo lo que hacía lo comíamos con unas ganas... y es que todo se contagia... si ves comer te dan ganas y si no... pues nada.
Aunque a mí por aquel entonces no me gustaban muchas cosas, como se suele decir era un poquillo delicailla, o tiquismiquis, como cambia la cosa... que ya os he dicho en mas de una ocasión que ahora hasta los asfixiados me gustan, siiii esos dulces de navidad que estrujamos y que a veces si no tenemos un vaso de agua cerca podemos quedarnos sin respiración, o asfixiados....jjjj.
Recuerdo con unos 9 años, cuando a casa se vino a vivir por un año una prima mía, Mercedes, igual que mi madre, de mi misma edad y ella me daba de comer a mí, aunque no me podían esforzar y si a las cuatro cucharada me insistían, podía salir una olla entera... madre mía que estomago tenía.
Recuerdo muchísimo ese año, mi madre nos hacía la misma ropa a una de mis hermanas, a mi prima y a mí, parecíamos trillizas... pero la más delicada era yo... que ni engañandome quería comer.
No se si es mejor haber cambiado o quedarme como estaba...jjjj...
Bueno, pues eso que el bacalao con tomate siempre lo recuerdo con cariño, mi abuela lo hacía, mi madre, mi tía y este que os traigo hoy lo ha hecho mi suegra... menuda suerte tenemos de poder degustar estos deliciosos platos hechos por manos de buen hacer.
La receta es sencilla, ahora... hay que ponerle el punto que le pone cada cual para que salga deliciosa...
ésta me supo a gloria y es que después de llegar de trabajar y encontrarme un plato tan rico...
en una alegría inmensa.
Ella nos lo acompañó con arroz cocido pero vosotros podéis poner lo que más os guste.
Y pan por supuesto, que no falte... que esa salsa está... pa chuparse los dedos.!!! y no es cuestión de dejarla.
En esta ocasión está elaborado con tomate natural, bien maduro y con sabor... y eso se nota.
Ingredientes
lomos de bacalao en trozos, un par de ellos por persona
2 cebollas
2 dientes de ajo
1 ó 2 hojas de laurel
Tomates maduros o 1 bote de tomate frito de buena calidad
aceite de oliva virgen extra
sal
pimienta molida
orégano
Arroz para acompañar
Elaboración
El bacalao lo desalamos si lo habéis comprado en salazón.
En un bol amplio ponemos el bacalao (bien enjuagado para que pierda un poco de la sal) en agua, tiene que quedar bien cubierto, y metemos en el frigorífico.
Si el bacalao es grande, tenéis que tener los trozos unas 48 horas y les hacéis tres cambio de agua cada 24 horas.
Cada 8 horas les tiráis el agua, enjuagáis el bacalao y volvéis a ponerlo en el bol cubierto totalmente de agua y después meterlo al frigorífico.
Una vez desalado el bacalao ya lo tenemos preparado para utilizarlo en cualquier receta.
Lavamos bien y dejamos escurrir.
Sazonamos un poco el pescado y lo enharinamos ligeramente. Sacudimos el pescado para quitar el exceso de harina.
Ponemos al fuego una sartén mediana con una fondo de aceite de oliva y lo calentamos.
Freímos en ese aceite el pescado enharinado por los dos lados, vuelta y vuelta, muy poco. Se saca y se reserva.
En esa misma sartén sofreímos a fuego lento la cebolla cortada y los ajos laminados. Si vemos que tiene mucho aceite le quitamos, pero dejamos los restos que ha soltado al freír el bacalao, eso le dará más sabor al plato.
A continuación y cuando veamos que la cebolla está bien hecha incorporamos el tomate frito y las hojas de laurel. Cocinamos unos 10 minutos a fuego suave.
Si utilizamos tomate natural sofreimos hasta que veamos que el tomate esta hecho. Unos 20 minutos.
Agregamos el bacalao a la sartén y ponemos un poco de pimienta y una pizca de orégano, removemos todo bien y con cuidado para no romper el pescado y cocinamos unos 10 minutos más.
Se puede acompañar con patatas fritas o panaderas o arroz cocido.
Este plato es uno de los que nos ha acompañado en nuestra vida, primero lo comimos de manos de las abuelas, después de la madre y ahora lo hacemos nosotras. Pero es que está tan bueno... Muy cuaresmal por el bacalao, ya que el tomate frito lo hemos degustado en otras épocas también, y sí, el pan que no falte, lo que tiene un peligro inmenso. Pero como decimos siempre: un dia es un dia.
ResponderEliminarUn besazo.
Ayy Puri!! Si miramos lo que comíamos de pequeña, que todo lo verde fuera, a lo que llegamos a comer ahora de adulta, y hablo por mí, es la noche y el día.
ResponderEliminarAhora... tengo una hermana que no ha cambiado, al igual que mi cuñada. Son más felices si las lleva a una cadena de comida basura que a un restaurante Gourmet. En fin, yo alucino cuando veo que todo lo apartan como si fueran niñas pequeñas. Y te digo que mi hermana tiene 49 años y mi cuñada 67 y tres hijos. No sé que habrá cocinado esta mujer en su vida jeje
Me imagino que habrás disfrutado un montón con este plato. Se ve super rico y bien hecho.
Besos
Puri, como tú dices, es un clásico de nuestra gastronomía, que curiosamente vamos a comer hoy en casa, y me he sorprendido, porque también lo acompañaré de arroz, qué casualidad.
ResponderEliminarPor cierto, nunca había oído la expresión " os coméis a pavías", qué curiosa!!
Abrazos
Qué bien te cuida tu suegra y es que eso es un lujo, comer este bacalao hecho con los mejores ingredientes, lo que está claro es que el pan es una buena compañía.
ResponderEliminarBesos.
Muy ricos, el bacalao me encanta, me lo como como me lo den¡¡¡¡ y este con tomates tiene que estar de rechupete, besos
ResponderEliminarEs un clásico de la cocina que no tiene que perderse porque está buenísimo y a mí lo que más me gusta es mojar pan en ese tomate tan rico. Como siempre nos pones recetas de 10 . Bs
ResponderEliminarUn clásico que te ha quedado de lujo.Muy oportuna tu publicacion de cara a la Semana Santa que pronto se acerca.
ResponderEliminarUn beso
Puri que suerte tienes de tener a tu suegra que te cocina, aunque sea de vez en cuando, yo hace años que perdí a la mía, y todavía recuerdo lo bien que cocinaba, eran sabores de otra dimensión, que por mucho que queramos no se recuperan ni con los mejores ingredientes.
ResponderEliminarEl bacalao con tomate es un imprescindible en mi casa todo el año, porque nos gusta a todos, en especial a mi hermano, que si se lo diera a diario, no rechistaría.
No puedo decir qué se siente con los años, al cambiar de hábitos, porque yo es que siempre me lo he comido todo, Jajajaja..., pero algunas de mis hermanas si eran puntillosas en el comer, hasta que se fueron casando, y claro, la economía doméstica dependía enteramente de ellas y el tirar pasó a “San se acabó, no tenía vigilia” como dice mi madre, Jajajaja...
Besos.
Un plato clásico en nuestras cocinas y muy rico, en mi casa no falta en cuaresma, y ahora ya en cualquier época del año
ResponderEliminarBss
Los clásicos son clásicos por algo, porque son un éxito siempre. Muchas veces se intenta dar una vuelta a los clásicos y el resultado es una porquería. Qué necesidad de hacer algo que sabes que no mejorará el original, verdad? Tu plato es de diez.
ResponderEliminarUn besote
Si te viera este plato mi padre, te tocaba las palmas con las orejas, es su plato favorito y si además le añades unas patatas, ya ni te cuento.
ResponderEliminarBesos. Lola
Y lo delicioso Q esta el bacalao!!
ResponderEliminarBesos
Excelente! Me encanta el pescado, asi que probare tu receta! saludos
ResponderEliminarRecuerdo que era un plato que mi madre ponía especialmente en este tiempo. Siendo muy pequeña, si no me engaño, creo que el bacalao no se vendía en todos sitios en Granada, en algunas tiendas de ultramarinos tal vez. A veces mis padres "inventaban" viajes expresos a Madrid para traerlo en lomos perfectos y deliciosos. Ya, en mi adolescencia, lo encontrabas fácilmente en tiendas especializadas y en cualquier época. Tampoco es que me volviera loca comerlo en esos años. Pero había en el Paseo del Salón un bar que se llamaba Gregorio (más conocido por "El Gregorio" jajaja) que lo cocinaba como pocos en Granada. Allí aprendí a comerlo y a apreciarlo por lo que vale, unas veces con tomate y otras sin él, no le quito mérito a mi madre que lo hacía divinamente, pero ya sabes como somos los niños... Ahora me gusta ponerlo de vez en cuando y lo disfruto como debo. Con algunas diferencias no muy grandes, es la manera que tengo yo de ponerlo y me consta que ese toque de orégano le sentará genial. Un besazo. Gracias.
ResponderEliminarHolaaa!!!que rico plato ,bien de temporada y acompañado de lujo ...me encanta tu receta.
ResponderEliminarHola, vaya bacalao rico, un clásico que nunca falla. Te ha quedado de cine querida amiga. Un beso
ResponderEliminarUn buen bacalao bien cocinado como aqui nos traes no tiene nombre. Estas recetas elegantes, sutiles y deliciosas gustan a todos seguros Puri. Besos
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