Un entrante atractivo a la vista y al paladar,
sorprendente no solo por su sabor sino también por su presentación.
Un suculento plato para disfrutar comiendo en familia o amigos.
Ingredientes:
2 kilos de calabacines gruesos
1/4 kg de cebolla
150 g de mantequilla
90 g de harina
150 g de mejillones
150 g de gambas
1 l. de fumet o caldo de pescado
1 dl. de nata líquida
25 g de queso rallado
Elaboración:
Cortamos los calabacines en porciones de 5 cm. de longitud aproximadamente y los pelamos dejando unas bandas de piel alternas.
Vaciamos los calabacines con un saca bolas o cucharilla, con cuidado de no llegar a la base, ni a las paredes, que no se rompan.
Tienen que quedar como un vasito de chupito.
Limpiamos bien los mejillones y los cocemos con un poco de agua y vino.
Reservamos los mejillones y guardamos el caldo colado.
Pelamos las gambas y con las cabezas hacemos el fumet al que añadimos el caldo de los mejillones.
Aparte, picamos la cebolla y los sobrantes del calabacín bien finos, los rehogamos a fuego lento con 100 gr. de mantequilla y una pizca de aceite.
Cuando esté hecho añadimos la harina, rehogamos unos minutos e incorporamos 3/4 l. del fumet hirviendo. Removemos para que no se agarre, cocinamos unos 5 minutos mas o menos a fuego medio.
Troceamos las gambas en 3 trozos y las salteamos con aceite y sal, picamos los mejillones finamente y lo añadimos todo al conjunto anterior, cocinamos unos minutos y rectificamos de sal y pimienta.
Dejamos enfriar y reservamos.
En agua hirviendo con sal escaldamos los calabacines durante 10 minutos, refrescamos en agua fría, los ponemos a escurrir con el hueco hacia abajo.
Ponemos los calabacines en una placa de horno engrasado y los rellenamos con la mezcla, apretándolos con una cuchara para que lleguen hasta el fondo del hueco.
Se reparte el queso en la superficie y se rocía con la mantequilla restante derretida.
Gratinamos en el horno unos 15 minutos suavemente, hasta que queden tiernos y la superficie dorada.
Mezclamos el 1/4 de fumet restante y la nata y dejamos reducir a la mitad a fuego fuerte, salpimentamos
al gusto.
Esta salsa la utilizamos para servir con los calabacines por encima o bien como base en el plato.
Podemos decorar el plato al gusto.
Ideal para comenzar una comida festiva.
sorprendente no solo por su sabor sino también por su presentación.
Un suculento plato para disfrutar comiendo en familia o amigos.
Ingredientes:
2 kilos de calabacines gruesos
1/4 kg de cebolla
150 g de mantequilla
90 g de harina
150 g de mejillones
150 g de gambas
1 l. de fumet o caldo de pescado
1 dl. de nata líquida
25 g de queso rallado
Elaboración:
Cortamos los calabacines en porciones de 5 cm. de longitud aproximadamente y los pelamos dejando unas bandas de piel alternas.
Vaciamos los calabacines con un saca bolas o cucharilla, con cuidado de no llegar a la base, ni a las paredes, que no se rompan.
Tienen que quedar como un vasito de chupito.
Limpiamos bien los mejillones y los cocemos con un poco de agua y vino.
Reservamos los mejillones y guardamos el caldo colado.
Pelamos las gambas y con las cabezas hacemos el fumet al que añadimos el caldo de los mejillones.
Aparte, picamos la cebolla y los sobrantes del calabacín bien finos, los rehogamos a fuego lento con 100 gr. de mantequilla y una pizca de aceite.
Cuando esté hecho añadimos la harina, rehogamos unos minutos e incorporamos 3/4 l. del fumet hirviendo. Removemos para que no se agarre, cocinamos unos 5 minutos mas o menos a fuego medio.
Troceamos las gambas en 3 trozos y las salteamos con aceite y sal, picamos los mejillones finamente y lo añadimos todo al conjunto anterior, cocinamos unos minutos y rectificamos de sal y pimienta.
Dejamos enfriar y reservamos.
En agua hirviendo con sal escaldamos los calabacines durante 10 minutos, refrescamos en agua fría, los ponemos a escurrir con el hueco hacia abajo.
Ponemos los calabacines en una placa de horno engrasado y los rellenamos con la mezcla, apretándolos con una cuchara para que lleguen hasta el fondo del hueco.
Se reparte el queso en la superficie y se rocía con la mantequilla restante derretida.
Gratinamos en el horno unos 15 minutos suavemente, hasta que queden tiernos y la superficie dorada.
Mezclamos el 1/4 de fumet restante y la nata y dejamos reducir a la mitad a fuego fuerte, salpimentamos
al gusto.
Esta salsa la utilizamos para servir con los calabacines por encima o bien como base en el plato.
Podemos decorar el plato al gusto.
Ideal para comenzar una comida festiva.
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